Nisse, el personaje de la navidad noruega

Cualquier fiesta es una buena oportunidad para conocer las costumbres locales y encontrar lo pintoresco de cada sociedad. Por eso visitar Noruega en Navidad es una buena idea para conocer las tradiciones antiguas de esta tierra en torno a los festejos por el nacimiento de Cristo. Aquí una de las figuras folclóricas tradicionales es Nisse. Pero, ¿qué o quién es Nisse?

Se trata de una criatura mitológica, propia de la mitología escandinava en general (también presente en Suecia o en Finlandia). Se cree que cuida del hogar del granjero y de sus hijos, protegiendolos de la mala suerte, en especial cuando cae el sol y transcurre la noche, tiempo en que los espíritus están despiertos.

Por supuesto, la figura de Nisse tiene que ver con un culto más ancestral que la Navidad. El Nisse es, como seguro puedes imaginar, una criatura pequeña, un hombre mayor, con barba, vestido como un granjero en sus labores.

Algunos relatos folclóricos hablan de que puede cambiar de forma, convertirse en un hombre alto, o que tiene un solo ojo en medio de la frente. También se cree que tienen la facultad de volverse invisibles y que uno solo puede verlo  de reojo. También se cree que a pesar de ser pequeño tiene mucha fuerza y que a pesar de ser tan generoso y cuidador se puede ofender con mucha facilidad, así que el granjero tiene que andar con cuidado si quiere implementar algún cambio en sus labores. Tampoco puede ser muy rudo o maleducado porque al nisse no le gustan los granjeros brutos e irrespetuosos.

Ahora que llega la navidad una forma de congraciarse con él es dejarle un bol con copos de avena la noche de Navidad, ya que si no le dejan nada puede ofenderse mucho y quitarle toda protección a la casa, revolver las cosas, asustar a los animales y demás.

Como dijimos el nisse es una criatura anterior al cristianismo y cuando éste llegó aquí su figura fue demonizada. Por suerte ya a partir del siglo XIX la figura empezó a renacer y lentamente volvió a su lugar en la Navidad. Hoy en día se lo identifica con Santa Claus o Papá Noel, por ejemplo, y las familias noruegas y suecas también le han vuelto a dejar su plato de avena la noche de Navidad.