La Era Vikinga en la historia noruega
El ataque a Lindisfarne dio paso a la llamada Era Vikinga, en el año 793, etapa ésta que duró hasta el 1066, cuando se libró la batalla del Puente de Stamford, aunque para redondear se cuenta normalmente desde el 800 hasta el 1100.
Noruega era una región habitada, pero sin una unión política o social específica entre sus pobladores, o dicho en otras palabras, no era un país unido, sino una aglomeración de pequeños estados gobernados por los «jarls«. Éstos tenían a su servicio a hombres libres, que hacían las funciones de milicia, de agricultores y sirvientes, aunque también existían los esclavos.
A partir del siglo VIII, los jarls empezaron una serie de excursiones lejos de sus tierras, llegando a las costas del Norte y el Este de la vieja Europa y sembrando el terror allá donde fueran. A estos expedicionarios y saqueadores procedentes de Noruega, Dinamarca y Suecia, se les llamó vikingos o normandos.
Debido a los excesivos impuestos que recaudaban los jarls, muchos noruegos se vieron obligados a vivir del saqueo, lo cual creó entre los europeos una terrible fama. Pero también había quienes se dedicaban al comercio o simplemente emigraban a lugares más propicios, como es el caso del Norte de las Islas Británicas, Nóvgorod o Constantinopla.
Quizá las más importantes de estas expediciones fueron las llevadas a cabo entre los siglos X y XI, por los descendientes de Erik el Rojo, y que llegaron hasta la lejana Vinlandia o tierra de vid, la que nosotros conocemos hoy como América. A finales dle siglo X, Olaf Tryggvason comenzaba con la larga tarea de cristianizar Noruega.
El rey Harald Hardråde, por medio de alianzas y batallas, logró unificar la mayor parte del país, y casi consiguió la unión total, aunque no mantenía control práctico sobre todo el territorio, sí que era reconocido como el monarca supremo de Noruega.
Los pequeños reinos comenzaron a fusionarse en regiones, gobernadas por asambleas llamadas «ting». De estas uniones el más destacado de los reinos fue el de Vestfold-Oppland Occidental, que contaba con la ventaja de poseer suelo cosechable, además de contar con la ciudad de Skiringssal, importante encrucijada comercial por la que pasaban numerosas rutas entre países.
La última de las expediciones vikingas de saqueo tuvo lugar en el año 1066, cuando el rey Harald Hardråde es derrotado en la batalla del Puente de Stamford, poniendo fin a una época de terror e incertidumbre en el Norte de Europa.
- Para saber más: breve recorrido por la Historia de Noruega
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