La isla de Grimsey, excursión al Ártico

Grimsey

Ya es toda una aventura viajar a Islandia. Una experiencia que nos hará vivir un día a día muy diferente al que estamos acostumbrados. Además, también podemos realizar excursiones únicas que nos maravillarán hasta el extremo, como por ejemplo la excursión a Grimsey, una pequeña isla situada a unos 40 km al norte de Islandia, siendo así este el punto habitado más septentrional del país y pasando el círculo polar ártico sobre ella.

Lo cierto es que este lugar es una auténtica maravilla. Un rincón del planeta en el que podremos sentir el aislamiento en nuestras propias carnes. Además, todo sea dicho, también podremos disfrutar de fenómenos naturales de lo más interesantes, como por ejemplo el conocido sol de medianoche. Un fenómeno que se observa al norte del círculo polar ártico y al sur del círculo polar antártico, y que nos permite ver el sol las 24 horas del día, eso sí, menos cálido que en otros lugares del mundo, pues las temperaturas de un mes de agosto a pleno sol son de tan sólo 6 a 8º.

La superficie de esta recóndita isla es de tan sólo 5,3 kilómetros cuadrados, por lo que con unas cuantas horas tendremos suficiente para verla. No obstante, también podemos disfrutar la experiencia al máximo alojándonos en el hotel con el que cuenta; y es que como hemos comentado, en Grimsey hay habitantes. Una pequeña comunidad de menos de 100 personas que viven allí todo el año. Teniendo en cuenta que durante los meses de verano las temperaturas son tan bajas, no podemos ni imaginarnos a las condiciones climatológicas a las que se enfrentan durante el resto de estaciones, aunque sin duda, para ellos, merece totalmente la pena.

La principal industria de esta isla es la pesca, y en verano, también el turismo.

Está conectada con el resto del país con un único ferry que va a Dalvík. Además, también cuenta con un pequeño aeropuerto del que parten vuelos regulares hacia el aeropuerto de Akureyri.

Sin duda es el mejor de los lugares para aislarse del mundo. Un rincón lleno de magia que parece estar anclado en el tiempo, con un pequeño hotel, una iglesia con cementerio, un colegio, una zona de camping, una pequeña pista de aterrizaje, una única carretera asfaltada, un faro típico, algunas casas pequeñas y pájaros muchos pájaros; y es que esta isla es uno de los paraísos ornitológicos más importantes de todo el país. Así, los aficionados a las aves podrán contemplar a más de 60 especies que campan a sus anchas por la isla, tales como frailecillos, golondrinas árticas, alcas o gaviotas.

Mención especial merece el restaurante de la aldea, que cuenta con un menú bastante económico y con platos muy variados, típicos de la zona. Así, entre otros, podremos degustar un poco de carne de ballena.

Foto vía:  briangratwicke

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